¡Eh, qué onda, cuate! Aquí Max Tech reportando desde el corazón digital del universo. Hoy te traigo un update de esos que hacen historia: la prueba de SpaceX del cohete Starship, y aunque no nos la contaron con final feliz, ¡agárrense que esto se pone bueno!
Imagínate parado en Boca Chica, Texas. Es sábado y la vibra está más que intensa porque, ¿quién no vibra con los cohetes? SpaceX, la compa de Elon Musk, intentó enviar su nave Starship sin tripulación más allá de donde normalmente volamos los simples mortales. Era una prueba de 90 minutazos para rozar el espacio y volver. La nave subió, subió y subió hasta 90 millas de altura (eso es como 148 km, por si andas mal de tus referencias espaciales).
Todo empezó guay con el despegue, estuvo de pelos ver ese monstruo volar… Pero luego, ¡zas!, el booster de la primera fase dió un show de fuegos artificiales sobre el Golfo de México justo después de separarse. Un minuto estás allí, viendo el stream de SpaceX, y al siguiente te cortan el rollo diciendo que perdieron el contacto con la nave. John Insprucker, el ingeniero de SpaceX y host del livestream, soltó que capaz y se activó un comando de autodestrucción, aunque aún no saben ni cómo ni por qué.
La cosa es que, a los ocho minutos, una cámara captó algo que parecía una explosión y nos dejó a todos con caras de “¿eso qué fue?”. Y aunque este viaje fue más largo que el intento anterior (ese acabó en big bang a los cuatro minutos), esa nave no terminó su aventura como esperaban.
Para que te caiga el veinte, este era el segundo round para Starship montada en su imponente Super Heavy booster. La FAA, o sea los que cuidan del espacio aéreo, ya levantó la ceja y dijo “vamos a investigar eso”, y claro, el equipo de SpaceX tiene que checar qué falló y cómo lo arreglan para que no pase otra vez.
Y mira, el objetivo estaba de lujo: lanzar Starship desde Texas, darle una vueltecita casi hasta la órbita y luego que hiciera un clavado al agua cerca de Hawái. Habían atrasado el show un día por cambiar un hardware, pero ya ves, aún con cambio de piezas, la cosa no salió como querían.
Los fallos duelen, pero según los expertos, también enseñan. SpaceX ya se ha dejado unos 2 mil millones de dólares este año en este proyecto. Y digo, no es que tengan límite de pruebas, pero tampoco es para echar cohetes al aire como si fueran confetti. Aún así, para una nave tan especial y grandota, unos cuantos intentos más no están nada mal.
Y bueno, si la prueba hubiera sido todo un éxito, estaríamos un pasito más cerca de volver a mandar humanos a la Luna con la NASA, o incluso de pensar en viajes con boleto a Marte. Además, SpaceX tiene un ritmo de desarrollo a mil por hora, pero eso ha puesto sus prácticas de seguridad bajo microscopio, especialmente después de un reporte de Reuters.
La NASA está esperando que Starship sea quien lleve a los astronautas a dar el rol por la luna en el programa Artemis. Y claro, Elon Musk, no se queda corto y ya se imagina a su Starship reemplazando al Falcon 9 como la joya de la corona para los lanzamientos espaciales.
El tiempo corre; la NASA quiere plantar bandera en la luna otra vez y Starship es el vehículo estrella para la misión. Así que, SpaceX, ¡manos a la obra!
Ahora, mientras esperamos que SpaceX vuelva a probar suerte, ¿qué dices si te mantienes pegado a tu pantalla aquí en HuastecaTrends.com? Vamos a seguir toda la acción y ya sabes que te contaré cada detalle como si estuvieras allí. ¡Comparte la nota con tus brothers y sisters apasionados por el espacio! Y no olvides; el futuro está a solo un lanzamiento de distancia.
¡Nos vemos en la próxima órbita, amigo! 🚀🌌
Fuente: www.reuters.com